CCTV es el acrónimo para Circuito Cerrado de Televisón (o Closed Circuit Television). La expresión “Circuito Cerrado” quiere decir que se trata de una instalación de componentes directamente conectados, que crean un circuito de imágenes que no puede ser visto por otra persona fuera de él. Y se diferencia de la emisión de señales de televisión ordinarias en que éstas pueden ser vistas por cualquiera con una antena u otro equipo para recibirlas, mientras que el CCTV no.
Los CCTV se personalizan para adaptarse a la naturaleza y las necesidades de seguridad de cada cliente. El sistema CCTV ideal debería proporcionar imágenes de buena calidad de día y también de noche, además debería ser fácil de usar y ser flexible, para grabar las imágenes que sirvan como pruebas de forma útil y ayudar a analizar los incidentes. Si las imágenes no tienen calidad, entonces de poco servirá.
Hay muchos sistemas diferentes de cámaras CCTV disponibles, analógicos y digitales, con y sin cable, y sus formas de operar varían. Sin embargo, los componentes básicos son básicamente los mismos: cámaras CCTV, una lente CCTV, un monitor CCTV y (para los sistemas con cableado) los cables que llevan la señal de un sitio a otro.
Las imágenes recibidas son enviadas a un monitor CCTV y grabadas. Dependiendo de la lente, la cámara podrá tener un rango u otro de visión. La cámara coge la señal del área que está siendo monitorizada, y en los sistemas con cable, la cámara CCTV envía la señal a través de un cable coaxial al monitor CCTV. En los sistemas inalámbricos la cámara emite la señal sin necesitar cables. Los monitores pueden ser observados por personal cualificado o no ser supervisados a tiempo real por nadie.
Avances recientes en la tecnología y el software hacen posible que muchos grabadores estén equipados ahora con grabación de movimiento o notificación de incidencias. Con la grabación de movimiento, los dispositivos sólo grabarán cuando las cámaras CCTV detecten movimiento. Esto ahorra espacio de almacenamiento en los períodos de inactividad. La notificación de eventos consiste en el proceso de envío de mensajes de texto, telefónicos o emails cuando se detecta actividad.
Esto es particularmente efectivo para equipos sin supervisión humana. La información grabada puede ser almacenada o vista por aquellos con acceso cuando quieran. Muchos de los grabadores actuales también tienen conexión a Internet con lo que se puede acceder a las imágenes de forma remota con un ordenador o incluso un móvil.
Los sistemas CCTV pueden encontrarse prácticamente en todos sitios hoy día. Los habrás visto en centros comerciales, exteriores de edificios, en estadios de fútbol… la lista es interminable. Y un sistema de cámaras CCTV se está volviendo cada vez más común en situaciones domésticas. Los sistemas CCTV además ya no son un lujo, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de seguridad que proporcionan.
El sector comercial se pueden utilizar para diferentes objetivos, como por ejemplo para tener pruebas de un incidente o para luchar contra quejas fraudulentas. Y por supuesto para evitar robos, claro.